jueves, 20 de octubre de 2011

Marcha en homenaje a Mariano Ferreyra, asesinado hace un año por la patota de la UF

“Sólo queda hacer, actuar, comprometerse”

Una carta de Beatriz Rial, madre del militante del Partido Obrero que cayó muerto en la lucha por la efectivización de los tercerizados, cerró el acto en el que distintos partidos de izquierda pidieron justicia por el homicidio.

 Por Adriana Meyer
La marcha unió el Congreso con la Plaza de Mayo en memoria de Mariano Ferreyra.

“Un mundo capitalista es un mundo esclavizado, de precarización, miseria y deshumanización. Miseria que no sólo es hambre, es humillación y resignación. Cuando se llega a este punto no alcanzan las palabras para llegar a las venas de los deshumanizados que se benefician con esto. Sólo queda hacer, actuar, comprometerse, sentir, ser humano. Mariano hizo, actuó, se comprometió, sintió y fue humano. Nos dejó la inmortalidad de su juventud, para que cada vez que el pueblo salga a la calle todos seamos Mariano.” Así comienza la carta de Beatriz Rial, mamá de Mariano Ferreyra, leída anoche en un multitudinario acto, al cumplirse un año del asesinato de este militante del Partido Obrero tras el ataque de una patota de la conducción de la Unión Ferroviaria a trabajadores tercerizados y militantes de izquierda que los apoyaban en un intento de corte de vías.

Mientras algunas columnas aún salían de Congreso, en una marcha que convocó a miles de personas, a las 19.30 la cabecera entraba a la Plaza de Mayo. Allí, los candidatos del Frente de Izquierda (FIT) Jorge Altamira, Christian Castillo, José Castillo, José Montes, Myriam Bregman, Gabriel Solano, Edgardo Reynoso y Néstor Pitrola entrelazaron sus brazos con Claudio Lozano, candidato del FAP; Pablo Micheli y Carlos Chile, de la CTA disidente; Vilma Ripoll y Alejandro Bodart, del MST-Proyecto Sur, además de miembros de las Asambleas del Pueblo, el Nuevo MAS, CCC, Liberpueblo, AEDD, Correpi, Cadep, Ceprodh y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, con Nora Cortiñas, Elia Espen y Mirta Baravalle. A pesar del control que hicieron militantes identificados con pecheras y gorros partidarios, hubo un incidente en la avenida 9 de Julio, cuando intentó meterse un grupo de encapuchados con palos. Como ocurre en las marchas por los aniversarios del golpe del ‘76, hubo mucha gente suelta. Entre ellos caminaba el sociólogo Eduardo Grüner, que hizo llegar la adhesión de la Asamblea de Intelectuales que apoya al FIT, a la que se sumaron decenas, desde el Movimiento Libres del Sur y Convergencia Socialista, pasando por el PCR, trabajadores de FelFort y Paty.

“Che Pedraza botón, vos mataste a Mariano, la p...que te parió”, fue el cántico más repetido. Al llegar a la Plaza, los dirigentes de la cabecera, casi todos con su puño izquierdo en alto, se sumaron al coro: “Hoy vinimos a la Rosada, te vinimos a avisar, que Mariano está presente, la lucha va a continuar”. Por sobre las banderas sobresalían las de la agrupación Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra, del Roca, y de la lista Bordó, del Sarmiento. “Mariano dio todo por nada, no era ferroviario, y sin embargo vino a acompañar a los trabajadores que pedían por su pase a planta permanente, y en el juicio oral de febrero vamos a demostrar cómo se maneja el sindicalismo empresario”, dijo a Página/12 Rubén “Pollo” Sobrero, líder de esa última agrupación. “Lo mío fue una moneda de cambio por la cárcel de Pedraza en la causa de Mariano”, agregó, en alusión a su reciente encarcelamiento en la investigación de la quema de vagones ocurrida en mayo. Y se quejó de que “justo hoy” lo notificaron de una querella por daños que le inició el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

“El asesinato de Mariano produjo una bisagra en la juventud, que sintió que habían matado a uno de los suyos aunque no lo conocieran”, declaró Altamira. “Falta llevar al banquillo a la plana de Ugofe y a los jefes de la Federal que liberaron la zona, además de que Pedraza trató de coimear a los jueces”, apuntó Christian Castillo. “La pelea de Mariano era justa porque se consiguió el pase a planta de casi tres mil compañeros. Desde su asesinato se incrementaron las muertes en movilizaciones populares, en Formosa, Jujuy y el Indoamericano. El otro sentido de esta movilización es el desprocesamiento de cinco mil luchadores: Ripoll, Pitrola, Sobrero, y en Kraft, Zanon, entre otros” agregó.